¿Dios puede usarme aunque no sea pastor o predicador?
¡Absolutamente sí! Muchas veces creemos que solo los grandes predicadores, misioneros o pastores son llamados por Dios para hacer cosas importantes en Su Reino. Pero la Biblia está llena de historias que nos demuestran lo contrario. Uno de esos ejemplos es un personaje poco conocido pero tremendamente inspirador: Aholiab.
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¿Quién fue Aholiab y por qué es importante?
Aholiab aparece en Éxodo 31 y 36. No fue un profeta, ni un rey, ni un líder militar. Tampoco escribió salmos ni realizó milagros. Pero fue alguien lleno del Espíritu de Dios, con un talento que para muchos podría parecer “común”: era un artesano.
Aholiab, junto a Bezalel, fue escogido directamente por Dios para diseñar y construir el tabernáculo, el lugar sagrado donde el pueblo de Israel se encontraba con la presencia divina. Él trabajaba con telas, metales, piedras preciosas y madera. Su habilidad era manual, artística, creativa… y fue completamente espiritual cuando la puso en manos del Señor.
Tus talentos también son espirituales
Este relato bíblico rompe con la idea de que solo lo “espiritual” es lo que se hace detrás de un púlpito. Dios no solo llama a los que predican con palabras, también llama a los que predican con sus obras, sus diseños, su trabajo bien hecho, su creatividad.
¿Eres músico, diseñador, carpintero, programador, estilista, fotógrafo, arquitecto, artista o barista? Dios puede usarte tal como eres y con lo que sabes hacer.
El Reino de Dios necesita todo tipo de dones. Como Aholiab, puedes ser parte del plan eterno de Dios con lo que ya tienes en tus manos. Lo importante no es el tipo de talento, sino la disposición del corazón.
¿Qué pasaría si no entregas lo que tienes?
Imagina que Aholiab hubiera dicho: “Lo mío no es espiritual”, o “Eso de construir no tiene nada que ver con Dios”. Habría perdido la oportunidad de participar en uno de los proyectos más significativos de la historia bíblica.
Y hoy, ¿cuántos se están perdiendo de ser parte del plan de Dios porque creen que sus talentos no sirven en el Reino?
No se trata de ser perfecto o tener un título en teología. Se trata de decirle a Dios: “Aquí están mis manos, mis ideas, mi arte, mi trabajo. Úsalos para tu gloria”.
De lo común a lo eterno
Cuando pones tus habilidades en las manos del Creador, Él las transforma. Lo que parece simple, se convierte en adoración. Lo que parece común, se vuelve trascendente. Lo que parece poco espiritual, se vuelve sagrado.
El trabajo de Aholiab no solo decoró un templo. Participó activamente en preparar un lugar donde Dios habitaría. ¡Imagínate eso! Cada hilo que tejió, cada diseño que trazó, fue parte de un propósito eterno.
Así también, cada cosa que tú haces con excelencia y para Dios, puede tener un impacto eterno en la vida de otros.
Acción práctica: Entrega tus talentos al Señor
Aquí tienes algunas ideas de cómo puedes usar tus talentos para Dios:
- Si eres artista, crea contenido que refleje Su belleza.
- Si sabes de tecnología, ayuda a iglesias o ministerios a mejorar su presencia digital.
- Si eres emprendedor, lleva principios bíblicos a tu negocio.
- Si cocinas, hazlo con amor y compártelo con quienes lo necesitan.
- Si trabajas con niños, utiliza tu creatividad para enseñarles acerca de Jesús.
No subestimes ningún talento, porque cuando lo entregas a Dios, se convierte en herramienta del Reino.
Reflexión final
Dios no busca solo voces, también busca manos. Manos dispuestas a construir, a crear, a servir. Corazones humildes que digan: “Esto es lo que tengo, Señor. No sé si es mucho, pero es tuyo”.
Tal vez hoy sientes que lo que haces no tiene valor eterno. Pero Aholiab nos enseña que lo que parece natural puede ser sobrenatural cuando está en las manos correctas.
Y tú, ¿qué estás haciendo con tus talentos?
¿Los estás usando para edificar el Reino de Dios? ¿O los estás guardando por miedo, inseguridad o porque crees que no son “lo suficientemente espirituales”?
Dale a Dios lo que tienes… y Él lo convertirá en algo eterno.
