¡Imagina un Mundo Gobernado por la Venganza!
Imagina un mundo donde cada ofensa se pagara con otra ofensa. Un golpe se responde con otro golpe, una injuria con otra injuria. Sería un círculo interminable de dolor y resentimiento. Pero Jesús nos ofrece una salida radical: romper ese ciclo con amor. En Mateo 5:38-42, él nos dice: “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo y diente por diente; pero yo os digo: No resistáis al que es malo”.
Jesús nos llama a una vida que desafía la lógica humana y nos invita a responder de manera divina. Pero, ¿qué significa realmente dar la otra mejilla?
Tabla de Contenido
El Contexto de “Ojo por Ojo”
La frase “ojo por ojo y diente por diente” proviene del Antiguo Testamento y era un principio de justicia establecido para limitar la violencia y evitar venganzas desproporcionadas. No era un mandato para buscar revancha, sino una medida para garantizar que el castigo fuera justo y equitativo (Exodo 21:24, Levítico 24:20).
Sin embargo, Jesús vino a enseñarnos una manera superior de vivir. En lugar de enfocarse en la justicia retributiva, él nos llama a practicar la gracia, el perdón y la misericordia. Su mensaje no se trata de permitir abusos o ser ingenuos ante la maldad, sino de demostrar que el amor de Dios es más poderoso que la venganza.
El Verdadero Significado de “Poner la Otra Mejilla”
Cuando Jesús dice: “Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”, no está promoviendo la pasividad ante el mal. En la cultura judía, una bofetada en la mejilla derecha era una afrenta, una ofensa grave. Responder dando la otra mejilla no es un acto de debilidad, sino un acto de resistencia no violenta que demuestra dominio propio y una fuerza interior que proviene de Dios.
Jesús nos reta a no ser gobernados por el odio ni la ira, sino a reflejar el amor de Dios en nuestras reacciones. Es fácil responder con venganza, pero se necesita verdadera valentía para responder con amor.

El Ejemplo Supremo: Jesús en la Cruz
Nadie practicó mejor esta enseñanza que el mismo Jesús. En la cruz, cuando tenía todo el derecho de condenar a sus agresores, en lugar de responder con odio, oró: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Su amor desafió la lógica humana y demostró que el perdón es más poderoso que la venganza.
Cuando decidimos amar en lugar de vengarnos, estamos reflejando el corazón de Dios y demostramos que Su amor es transformador.
Cómo Aplicar Esta Enseñanza en Nuestra Vida Diaria
- Controla tu reacción: La próxima vez que alguien te ofenda, tómate un momento para respirar y orar antes de reaccionar.
- Practica el perdón activo: No se trata solo de no devolver el mal, sino de buscar formas de mostrar amor y misericordia.
- Busca la paz en los conflictos: En lugar de alimentar discusiones, busca soluciones que reflejen el carácter de Cristo.
- Ora por quienes te han hecho daño: No es fácil, pero orar por quienes nos han herido libera nuestro corazón del resentimiento.
- Recuerda que el amor es una decisión: No siempre sentirás deseos de actuar con amor, pero puedes elegir hacerlo.
Reflexión Final
El mensaje de Jesús en Mateo 5:38-42 nos desafía a salir del esquema natural de venganza y responder con amor. Es una enseñanza difícil, pero poderosa. Nos invita a vivir de una manera diferente, a ser luz en un mundo lleno de oscuridad.
Hoy te hago una pregunta: ¿Cómo puedes demostrar el amor de Cristo a alguien que te haya ofendido?
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