Imagina recibir una promesa tan grande que cambia no solo tu presente, sino también tu eternidad. En Juan 11:26, Jesús nos dice: “El que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?” Estas palabras no son solo una declaración, sino una invitación a vivir con una esperanza que trasciende la muerte.
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Contexto de Juan 11:26: La Resurrección de Lázaro
Jesús pronunció estas palabras en un momento crítico: ante la tumba de Lázaro. Marta y María, las hermanas del difunto, estaban de luto, pero Jesús tenía un plan mayor. No solo iba a resucitar a Lázaro, sino que quería demostrar que Él es la resurrección y la vida.
La muerte, que parece el final para el ser humano, no tiene la última palabra cuando Jesús está presente. Con su poder, demostró que la vida en Él es eterna y que la fe en Su nombre nos libera del temor a la muerte.
La Vida Eterna: Una Realidad para los que Creen
Cuando creemos en Jesús, nuestra vida no está limitada por lo terrenal. Su promesa no se basa en nuestros méritos, sino en su gracia. La salvación no es un premio por buenas obras, sino un regalo para quienes confían en Él.
Pensemos en esto: todo en este mundo es temporal, pero en Cristo encontramos una seguridad eterna. La fe en Jesús nos conecta con una vida que ni la muerte puede arrebatar.
¿Qué Significa Creer Verdaderamente en Jesús?
Jesús nos lanza una pregunta directa: “El que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?” Creer en Él va más allá de reconocer su existencia. Implica:
- Confiar completamente en Su obra redentora en la cruz.
- Rendirle nuestra vida y voluntad a diario.
- Caminar en una relación viva y transformadora con Él.
Aplicando esta Verdad a Nuestra Vida
Si esta promesa es real, entonces debería cambiar nuestra forma de vivir. Cuando realmente creemos en Jesús:
- Vivimos con esperanza, sin miedo a la muerte.
- Nos enfocamos en lo eterno, en lugar de solo lo pasajero.
- Compartimos esta verdad con otros, porque es un mensaje de vida.
Reflexión Final: ¿Estás Viviendo en esta Promesa?
Hoy, Jesús te hace la misma pregunta: “El que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?” Si nunca has entregado tu vida a Jesús, este es el momento perfecto para hacerlo. Su amor y gracia están disponibles para ti.
Si este mensaje habló a tu corazón, compártelo con alguien que necesite escuchar esta verdad. Y recuerda, Cristo te ama y desea caminar contigo todos los días.
